El Evangelio.

Es simple... Jesús, siendo Dios vino al mundo a morir por nosotros y ahora podemos ser salvos por medio de Él. Pero... ¿por qué era necesario que viniera? ¿cómo funcionó ese sacrificio?

Bueno, empecemos por el principio.

El libro de Génesis nos narra la historia de Adán y Eva, las primeras personas del mundo. Fueron creadas a imagen y semejanza de Dios para glorificarle y estar en comunión con Él, pero desobedecieron a Dios comiendo del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (si no conoces esta historia te recomiendo leer Génesis 2 y 3 antes de continuar). De esta forma, el pecado ingresó a nosotros, ahora tenemos una naturaleza pecaminosa, nuestras tendencias a pecar vienen desde adentro de nosotros por naturaleza, por lo tanto, todos pecamos.

Ahora, es necesario recalcar que Dios es Santo, Santo, Santo, su santidad es completamente incompatible con nuestro pecado. Esto implica que nuestra condición de pecadores nos condena a todos a estar apartados de Dios para siempre.

"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" -Romanos 3:23

Teníamos una deuda más grande de lo que podemos entender que nos separaba de Dios por completo. Estábamos condenados, perdidos, sin esperanza alguna, todos pecamos, se trate del pecado que se trate, todos estábamos igualmente condenados. Pero Dios nos amó de una forma que no podemos siquiera entender, sin nosotros merecerlo. Así que nos salvó. ¿Cómo? Es aquí donde entra el sacrificio de Jesús.

Es necesario recordar que todos teníamos la misma condena, entonces, ninguno de nosotros podía salvarnos de ninguna forma, pues todos estábamos igualmente perdidos, todos merecíamos este castigo. Si dos personas están condenadas a cadena perpetua, una no puede tomar el castigo de la otra, pues también está condenada. Era necesario que alguien que no esté condenado tome nuestro lugar, pero todos habíamos pecado, ¿quién podría hacerlo?

Es aquí donde Jesús, siendo Dios, se humilló a sí mismo haciéndose hombre y vino al mundo, vivió una vida perfecta centrada completamente en su amor a Dios Padre y en servir a los demás, Él fue el único humano libre de pecado. Y se sacrificó por nosotros muriendo en la cruz.

"Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." -Filipenses 2:8

Jesús tomó nuestra condena, siendo el único que no la merecía, cargó con nuestros pecados y pagó el precio por ellos al morir en la cruz. La deuda fue saldada. Y resucitó al tercer día, derrotando a la muerte.

Por lo tanto, no se trata de lo que nosotros hagamos o no hagamos, se trata de lo que Jesús hizo, ninguna buena obra nuestra podrá salvarnos, el único camino a la salvación es a través de Jesucristo.

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" -Juan 14:6

Nosotros no necesitamos cumplir con rituales o requisitos, no tenemos que convencer a Dios de que nos deje estar en su presencia, no tenemos que ganarnos nada. Nosotros somos totalmente incapaces de salvarnos a nosotros mismos. Esta salvación es simplemente por la gracia de Dios a través de Jesús, y lo único que necesitamos hacer es creer que esto es así (esto es la fe).

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" -Efesios 2:8

"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo" -Romanos 10:9-13

Ahora, gracias a Jesús, sin que ninguno de nosotros lo merezca, podemos tener comunión con el Padre, podemos conocerlo, podemos acercarnos a Él confiadamente y alcanzar perdón, y podemos pasar la eternidad con Él. Y ahora Dios nos invita acercarnos a Él cada día. Todo esto es gracias a Cristo solamente, y toda la gloria por esto es para Él.

"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" -Hebreos 4:16

En resumen...

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" -Juan 3:16